miércoles, 20 de mayo de 2015

AÑORANZA DOMÉSTICA





Ayer tocó sesión de ortodoncista.
No sabía yo que quitarle los brackets a mi hijo, hacer moldes y aparatos de retención, nos llevaría toda la mañana.
A falta de algo mejor que hacer, y con la batería del móvil agotada, me dediqué a echar un vistazo a las revistas, perfectamente alineadas, de la sala de espera.
Cayó en mis manos el número de enero de la revista Marie Claire.
Un artículo llamó mi atención.
Se titulaba “Añoranza Doméstica”. Trataba sobre las home-stay mums o mamás amas de casa a jornada completa, que están haciéndose hueco en la blogosfera, con sus páginas sobre lifestyle, o estilo de vida.
Publican posts sobre la vida diaria, la cocina, el cuidado de los niños.
Aportan montones de ideas de los famosos hazlo-tu-mismo o DIY (para seguir con los anglicismos).
Comentaban en ese artículo, que cada vez tienen más seguidoras entre las féminas que trabajan fuera de casa, usualmente con vidas profesionales de éxito.
Al parecer estas exitosas mujeres profesionales, se asoman a los blogs de las mamás, con interés y añoranza por su estilo de vida. Soñando y hasta envidiando un poquito, esa tranquilidad de la vida doméstica, alejada del estrés de la salvaje jungla laboral.
En fín.
No sé a qué tipo de amas de casa se referiría el artículo.
Imagino que serían amas de casa “de gimnasio y cafetería”, como decía una buena amiga, para referirse a mujeres que no trabajan fuera del hogar, pero tampoco dentro, con una situación económica holgada, que les permite tener ayuda de pago.
Una verdadera mamá ama de casa, lleva una existencia bastante dura, según mi propia experiencia, y para nada habita el relax y la tranquilidad hogareña de quien se dedica a hornear magdalenas o hacer calceta como única ocupación.

Yo he vivido todas las situaciones laborales posibles. He trabajado a media jornada, a jornada completa, con horario fraccionado, y también he sido una ama de casa y mamá, a jornada completa.
Creo que tengo la experiencia suficiente para poder opinar.
Lo de la añoranza doméstica, no sé si se refiere a desear levantarte por las mañanas a poner o quitar desayunos, recoger la casa (con más de un hijo prometo que realmente si lleva tiempo), hacer camas, pasar el aspirador, fregar baños  (si se tercia), poner lavadora, ir a la compra y por supuesto, lo innegociable: preparar la comida.
A eso de las dos de la tarde, los vástagos aparecerán por la puerta hambrientos y cansados. Dejarán las mochilas en cualquier sitio y preguntarán qué hay para comer.
En el 90% de las ocasiones, emitirán algún tipo de crítica sobre el menú, la falta de alguna prenda en su armario, o su necesidad de algún bien material cuya adquisición (de la que será responsable la sufrida mamá)es de carácter urgente.
Durante la tarde, la relajada mamá bloguera, se dedicará seguramente a hacer de taxista. Irá y vendrá, aparcará y desaparcará, casi casi hasta la hora de la cena.
Eso, si no es un día “crítico”.
Un día crítico es un día de crisis, como su propio nombre indica. Una crisis puede ser de varios tipos: un trabajo para el cole o instituto, urgente e incuestionable, un examen decisivo de una materia que acabamos de descubrir que no dominamos en absoluto, una lesión haciendo deporte…no sé…hay muchas posibilidades de días críticos.
Con los años, las crisis se van relajando, y la intervención de la relajada mamá bloguera suele ser menos necesaria en ese aspecto.
Sin embargo, casi siempre surgen otras “obligaciones”. Gestiones de diverso tipo en nombre del vástago que prepara exámenes finales y no puede moverse de casa, compras varias para ellos, recados etc…
Durante todos esos años de relax, como mamá y ama de casa, jamás cobrarás ni un euro, ni cotizarás, ni tendrás derecho a ningún tipo de jubilación. Tu tarjeta de crédito será la extensión de la de tu marido, lo mismo que tu derecho a la asistencia sanitaria.
Oirás a todas horas lo de “tu-no-trabajas”, y te preguntarás no una sino mil veces, que es lo que has hecho tu para merecer eso.
Porque si que trabajas. Casi a todas horas. Sin remuneración, y en muchos casos sin ningún tipo de ayuda.
Así que sí, el hecho de que un día la mamá bloguera haga galletas y cuelgue la receta en internet, es verdaderamente envidiable.
La parte buena de todo esto es que si eres de las que tienes un buen trabajo y envidias no tenerlo, la cosa tiene solución, rápida y eficaz.
Mañana  mismo dí adiós a tu trabajo. Renuncia a tu sueldo, a tu asistenta, a tu tarjeta de crédito, a tu jubilación….

Vete a casa y haz galletas. Seguramente  habrá un montón de amas de casa deseando dejar la paz y el relax hogareño, para saltar a tu antigua jungla de estrés laboral. Por variar y de paso, cobrar.
Eso sí, sus galletas ya no serán caseras.

martes, 5 de mayo de 2015

SCOTT STOSSEL. ANSIEDAD.



NULLA EST MISERIA MAJOR QUAM METUS

No hay mayor desdicha que el miedo.

Lo reconozco publicamente : sufro de ansiedad desde que tengo uso de razón.
Ya a los cuatro años vomitaba horrorizada el desayuno, ante la temible perspectiva de tener que  enfrentarme a un nuevo día de colegio, y a la incertidumbre de lo que podría ocurrirme allí.
La enfermedad de la duda la llaman algunos, de no saber exactamente qué nos depara el destino, y temer, por supuesto, siempre lo peor.
Vivir angustiados, aterrorizados por lo que pueda pasar.

Nunca me he sentido tan comprendida, ni tan identificada con alguien, sea psicólogo, psiquiatra o profesional de la salud en general, como con el autor de este libro sobre la ansiedad.
Scott Stossel es un verdadero experto en angustia, pues la ha experimentado en sus propias carnes durante muchos años.
En su libro nos expone de un modo ameno y hasta simpático, su propia lucha contra este problema mental...sin saber definir muy bien si se trata de algo aprendido, genético, conductual, si es tratable quimicamente, con psicoterapia, con ambas, o con ninguna.
Un libro fantástico para todos los "sufridores" del miedo. Una luz en el camino. Si no una solución, al menos la certeza de que no estamos solos, que personas que no nos conocemos de nada, que no tenemos geneticamente nada en común, y que incluso vivimos en dos extremos distintos del planeta, sentimos exactamente lo mismo.
Muy recomendado.

domingo, 3 de mayo de 2015

BÚSQUEDA DE EMPLEO MAYORES DE 45. CAPÍTULO 2. ¿FÓRMATE ...MÁS?









¿Debes formarte?.
Lo escribo entre interrogantes porque quizás se te pasa por la cabeza que YA estás suficientemente formado.
Puede que sí. Puede incluso que estés más formado que el Director de la compañía al que enviaste el ultimo CV,  que tu amiga Pepa, que es Apoderada en un banco, o que muchos de nuestros dirigentes.
Pero, métetelo en la cabeza, ellos están dentro y tu no. Este será nuestro mantra a partir de ahora, Intentar meter la patita en un mundo que, coyunturalmente, se encuentra bastante cerrado.
Además, el saber no ocupa lugar, y siempre siempre descubrirás algo nuevo que no sabías.
Por mi parte, me apunté a todos los cursos de formación que me permitieron, y digo permitieron porque , al menos en mi región, los mayores de 45, incluso los mayores de 30 o 35, estamos excluidos incluso de una buena parte de la oferta formativa.
No obstante pude optar a un número de cursos sobre nuevas tecnologías que me resultaron sumamente interesantes (y gratuitos, otro asunto a tener en cuenta, en esta nueva dimensión económica en la que nos hayamos los que estamos "fuera").
La verdad es que al enfrentarme a los cursos si pude comprobar, no sin el debido daño a mi orgullo, que los mayores de 45 estamos en general, bastante alejados de las nuevas generaciones, en cuanto a tecnología de la información se refiere.
Mi profesora, una treintañera apasionada de su trabajo , de las redes sociales, del posicionamiento google, y de otras muchas cosas que en principio me resultaban bastante ajenas, consiguió inculcarnos la idea de que las cosas han cambiado, que los CV ya no son lo que eran, y que esta nueva era de la "red", se ha impuesto, queramos o no, y que una buena imagen vale más que mil palabras. Que ellos, esta nueva generación, saben venderse bien. Cuelgan imágenes suyas en todos los "sitios" profesionales que pueden, que se "validan" unos a otros, que "se gustan" sin parar, y que en resumen dan vida e imágenes a su trabajo, que corre veloz por las redes, como si de un scalextric se tratara.
Así que sí, corre a tu Agencia Local de Empleo, solicita una entrevista con una Orientadora, y cuando hables con ella, pídele que te apunte a todos los cursos formativos que pueda, relacionados, claro está, con tus intereses.
Quizás no te sirva para encontrar empleo, pero créeme, te servirá como ciudadano de este nuevo mundo.